Esta semana de clase, la hemos dedicado a la
evaluación de la lectura de “Mal de escuela”, libro que nos ofrece una reflexión
profunda sobre la educación desde el punto de vista de su autor Daniel Pennac.
En este libro Pennac, nos muestra su profesión de docente y su pasado de estudiante zoquete.
En este libro Pennac, nos muestra su profesión de docente y su pasado de estudiante zoquete.
Después de la lectura de Mal de escuela, me
he puesto a reflexionar y me siento muy identificado con el autor, dicho esto,
pues, os cuento una pequeña historia personal; en mis inicios como estudiante
sobretodo hasta 2º o 3º de la ESO era un niño muy rebelde, no estudiaba nada,
en casa era muy mal educado, en definitiva, era un zoquete, además como Pennac
dice una muestra del zoquete es la mentira, en mi caso era una rutina mentir, “decir
que estaba malo para no ir a clase”, “mentir sobre las notas” etc. Poco a poco,
siguiendo el ejemplo de mi hermana, que logró con gran esfuerzo ser enfermera,
decidí cambiar mi aptitud de zoquete e intentar comenzar a estudiar (porque sin
esfuerzo no logras tus objetivos). Desde ese momento, sigo teniendo aptitudes
de zoquete pero pasito a pasito estoy consiguiendo mis objetivos, estoy en
segundo de FCAFE y espero en el futuro ser un buen profesor de educación
física, una vocación que desde muy pequeño tenía más que clara.
Del libro lo que me parece más interesante,
es la metáfora de las golondrinas, Daniel Pennac gracias a esos cuatro
profesores y a sus lecturas de libros consiguió salir adelante y convertirse en
profesor para ayudar a esos zoquetes a salir adelante, pero ¿Es posible burlar
el fracaso escolar cuando ya hemos dado pruebas de ser unos auténticos
zoquetes?, la respuesta es sí, como la metáfora de las golondrinas dice, muchas
de ellas chocan contra la ventana y se quedan aturdidas pero muchas logran
salir adelante, muchos zoquetes pueden reconducir su camino si logran que se
les entienda, se les haga caso, se les valore y sobretodo que ellos quieran
cambiar.
Hoy en día, muchos profesores solo prestan
atención a los alumnos golosina y dejan apartados de la clase al alumno
zoquete, eso es una manera de lograr que sigan siempre siendo unos zoquetes.
Pero, por otra parte, también hay profesores como lo fue Pennac, profesores
atentos, que guían a sus alumnos hacía lo que les inspira, lo que les gusta, es
decir, profesores que sus alumnos recordarán toda su vida como un factor
importante durante su proceso educativo.
En definitiva, la lectura de Mal de escuela
me ha provocado un sentimiento de identificación con el autor, además, su
manera de escribir tan peculiar y su manera de explicar su vida me ha parecido
alucinante. Sin duda, es un libro muy diferente a todos los que hablan de
educación, ya que lo escribe desde el punto de vista del zoquete y no desde la
institución educativa. Esta lectura me ha parecido la mejor actividad realizada
hasta el momento de la asignatura de
Educación del movimiento.
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